/INS. En un taller industrial en Strömsbruk, en la parte norte de Suecia, el artista de multimedios Nils Olof Hedenskog trabaja intensamente. En un plazo de seis meses creará una instalación que, se espera, suscitará el interés de muchas instituciones de arte de todo el mundo. Su materia prima es el cartón y está utilizando Invercote de Iggesund Paperboard.

/INS. Iggesund Paperboard está expandiendo su distribución en los Estados Unidos poniendo a disposición del mercado y de costa a costa su producto emblemático: Invercote. El creciente interés en las cualidades distintivas de Invercote que se ha despertado entre propietarios de marcas con sede en la costa oeste así como nuevas adquisiciones de negocios clave hicieron de la expansión hacia el oeste un paso natural.

/INS. “Son muchas las actividades apasionantes a nuestro alcance en un ambiente académico. Pero es imposible reproducir el entusiasmo que se genera cuando una empresa ofrece tareas realistas”, explican Sallyanne Theodosiou, Catedrática en Diseño Gráfico, y su colega Sophie Beard, ambas de la University for the Creative Arts de Epsom, Reino Unido.

/INS. ¿Cómo convenceremos a los escolares y adolescentes de que le den un respiro al celular y de que mejor escriban a mano? Bernard Bouvet funge como Presidente del Consejo de la Union Professionnelle de la Carte Postale (UPCP), una organización de apoyo a la industria de las tarjetas postales en Francia. Puede no tener respuesta para todo, pero practica la resistencia activa. La UPCP ha puesto de relieve las tarjetas postales y a sí misma en los últimos años al crear la Semaine de l’écriture —semana de la escritura— cuyo objetivo es inculcar entre los escolares el valor de los textos escritos a mano. Iggesund Paperboard ha respaldado esta campaña desde su formación proveyendo material para las tarjetas postales utilizadas en varias actividades en el arte de escribir.

/INS. Iggesund Mill —la fábrica sueca de pasta y cartón de Iggesund Paperboard— redujo sus emisiones de dióxido de carbono de origen fósil, que ya eran bajas, en un 86 % del 2013 al 2014. La reducción se debe en parte a la inversión hecha en una nueva caldera que quedó instalada en 2012.